Stuart Timson con voluntarios ambientales durante un recorrido en el centro de rescate en Perú.

Un día como voluntario de Conservación de la Selva Amazónica en Perú

El viaje de un voluntario en el Amazonas en Perú

Por Jen Southern | 12 septiembre 2019

La vida como voluntario ambiental en la Selva Amazónica consiste en trabajo duro, pero uno muy gratificante. Imagínate cómo sería trabajar entre la vegetación salvaje de Perú. Imagínate ayudar a rehabilitar animales silvestres y escuchar cómo le dan la bienvenida al nuevo día. Nada supera la sensación de encontrarte en medio de la selva sabiendo que estás ayudando a protegerla.

El conocido veterinario Evan Antin lo experimentó mientras filmaba un episodio de la serie de Animal Planet, “Evan al Rescate”. 

Nuestro voluntariado en el Amazonas se realiza en la Reserva Ecológica Taricaya. Nos enfocamos principalmente en realizar estudios de biodiversidad, pero también abrimos un centro de rescate animal, el primero de su tipo en Perú. Ahí brindamos cuidados a animales que sufrieron maltrato o se encuentran heridos, y los ayudamos a rehabilitarse para después liberarlos.

Quien puede capturar mejor la verdadera esencia del proyecto es Stuart Timson, quien co-fundó la reserva hace casi 20 años con Fernando Rosemberg. Stuart, biólogo profesional, es nuestro Director de Conservación en Perú. Es una de las grandes inspiraciones detrás del proyecto. Su pasión por el trabajo es evidente desde el momento en que lo conoces. 

Como él indica: “¡Es difícil no emocionarse cuando hablas de lo que has estado haciendo los últimos 20 años!”.

En esta entrada Stuart te contará todo sobre nuestro programa, detallándote cada aspecto de la vida como voluntario ambiental en Perú. Descubrirás cómo es un día típico en el corazón de la Selva Amazónica, pues lo sabe mejor que nadie. Quién sabe, si logra convencerte ¡podría guiarte en persona este mismo año!

Stuart Timson ayudando a una voluntaria con sus tareas.

Lo que nos contó Stuart Timson, Director de Conservación en la Reserva Ecológica Taricaya

5 am: Al que madruga, dios lo ayuda

Despertarás en tu bungalow compartido mientras la jungla cobra vida antes de que salga el sol. Las aves marcan su territorio con cantos agudos. Los monos aulladores anuncian el nuevo día con un rugido ensordecedor desde las copas del puente colgante. En solo unos minutos saldrá el sol y te prepararás para todas las tareas y proyectos del día.

5:30 am: ¡Manos a la obra!

Temprano por la mañana participarás en varios proyectos de conservación en la Selva Amazónica.

Algunos consisten en observación de aves para recolectar información desde diferentes plataformas, que incluyen al puente colgante más alto de Sudamérica. Ahí contemplarás la selva desde una plataforma sobre una ceiba con una altura de 42 m. ¡Verás destellos de colores cuando la luz matutina toque las plumas de los guacamayos, loros y tucanes! 

Otras actividades incluyen preparar comida en el centro de rescate animal o abrir redes de niebla junto a un biólogo residente. En estas redes capturamos aves, recolectamos información y después las liberamos. Esto nos ayuda a registrar datos sobre las 507 especies de la reserva, lo que nos permite monitorear los números o cambios en sus patrones de comportamiento. ¡Y si tienes suerte podrías descubrir una nueva especie!

Cuando las actividades matutinas hayan terminado, te dirigirás de nuevo a la cabaña, donde te estará esperando un saludable desayuno. Después, todos se dividirán en grupos para completar las siguientes tareas.

Voluntaria ambiental en Perú observando aves en lo alto de un puente colgante.

8 am: El trabajo en equipo hace que los sueños se cumplan 

Después de desayunar te dirigirás al centro de rescate animal. Ahí prepararás los alimentos según las dietas específicas de los animales que viven ahí, y te dirigirás a sus recintos para alimentarlos. Es una gran oportunidad para conocer la historia de estos animales.

Muchos llegaron en condiciones terribles después de pasar años en cautiverio, sufriendo maltrato y negligencia. Otros necesitan rehabilitación debido a cirugías o lesiones. Cada animal tiene una historia única que contarte. Siempre serán parte de nuestra familia peruana, ya sea en el centro de rescate o liberados en la reserva. 

Otros voluntarios se armarán con escobas, cepillos y otros utensilios para limpiar los recintos. Su trabajo garantiza que los animales estén bien cuidados, relajados y sanos. Otro grupo se dirigirá a la selva para recolectar ramas y troncos. Con ellos enriquecemos los recintos, dándole a los animales estructuras para trepar y estimulación mientras se preparan para volver a la naturaleza. 

Personal local alimentando las aves en nuestro voluntariado con animales en Perú.

Mientras tanto, nuestra veterinaria realizará chequeos y monitoreará la salud de los animales a nuestro cuidado. Esto incluye intervenciones médicas cuando es necesario. Esta parte del día es muy beneficiosa si te interesa una carrera en veterinaria. Podrás observar procedimientos y aprender sobre cómo la veterinaria trabaja con los animales.  

De vez en cuando, tendrás la inmensa satisfacción de participar en la liberación de animales. Hace poco nuestros voluntarios ayudaron a liberar monos aulladores. Meses o años de trabajo duro valen la pena cuando abres la puerta y logras que un animal vuelva a donde pertenece. ¡Un lugar de donde nunca debieron sacarlos!

Voluntarios en la Selva Amazónica posando antes de liberar tortugas marinas.

Si hoy no es tu día en el centro de rescate, entonces ayudarás a recolectar los datos de las cámaras con sensor de movimiento. Estas pequeñas cámaras están colocadas estratégicamente en la reserva, capturando imágenes increíbles de animales que vemos muy raramente. Esta discreta técnica de estudio nos permite monitorear la vida silvestre de la reserva 24 horas al día: jaguares, monos, ciervos, pumas, coatíes, ocelotes y más. Observar a estos animales en su hábitat natural es un espectáculo para la vista.

Mientras estés fuera quizá te encuentres con un grupo de monos araña peruanos que fueron liberados. ¡Algo que no era posible ver hace 10 años! Después de casi extinguirse en Perú debido a la pérdida de hábitat y la cacería furtiva, nuestros voluntarios ambientales lograron reintroducir esta especie en la naturaleza. Hoy podemos decir con orgullo que hemos rehabilitado y liberado a varios monos, y hace poco dimos la bienvenida al nacimiento de un séptimo mono araña.

Cada mono liberado lleva un collar de rastreo que se coloca antes de liberarlos para que podamos grabar sus movimientos. Quizá incluso te encuentres con algunos voluntarios rastreando y monitoreando a los monos con equipo de telemetría. 

Mono araña cargando a su cría en el Amazonas.

Más tarde podrías encontrarte voluntarios listos con machetes para limpiar nuestros extensos senderos. Tenemos una red de 57 km de senderos mapeados por GPS, así que debemos asegurarnos de que estén despejados para que nuestro trabajo de investigación continúe sin obstáculos. 

12 pm: Un almuerzo largo para recargar baterías

Después del trabajo agotador de la mañana, regresaremos a la cabaña para tener un buen almuerzo y descansar. El sol del mediodía es muy fuerte y es fácil adoptar la costumbre local de hacer pocas cosas hasta que el calor pase. Leer, hamacarse o jugar a las cartas son algunos de los pasatiempos favoritos aquí. Cuando ya hayas recargado baterías será hora de volver, pues Taricaya vuelve a la vida durante las pocas horas que quedan antes de la noche. 

2:30 pm: Terminando antes del anochecer

Al final de la tarde volverás a alimentar a los animales del centro de rescate o recogerás frutas en nuestra granja piloto, que nos alimenta a nosotros y a los animales. Si quieres una actividad más tranquila, puedes registrar la información recolectada en las diferentes actividades de investigación. Con ella podemos monitorear poblaciones animales y tomar decisiones sobre leyes ambientales que beneficiarán a la reserva en el futuro. 

Otros voluntarios salen con redes para recolectar mariposas para estudios o revisan las trampas de mariposas permanentes. Mientras algunos están fuera, otros trabajan en el proyecto caoba. En él cultivamos amplios campos de caoba, pues le demuestran a los agricultores locales que la reforestación no solo es posible, sino efectiva. Incluso podrás crear objetos de madera que puedes llevar a casa como recuerdo de despedida de la reserva.

Dependiendo de la época del año, podrías tener la suerte de ayudar en nuestro proyecto de tortugas marinas. Harás patrullajes en playas locales y recolectarás huevos de sus nidos antes de que los cazadores las puedan robar. Observar a las crías nacer y saber que pronto serán liberadas es una gran recompensa.

Tortugas marinas siendo liberadas en Perú.

6:30 pm: Hora de un bien merecido descanso 

De regreso en la cabaña, las noches suelen ser tranquilas y la cena se sirve a las 6:45 pm. Las actividades más comunes incluyen ver la televisión, leer y conversar con los otros voluntarios. La ciudad más cercana, Puerto Maldonado, se encuentra a 75 minutos de viaje en bote, por lo que Taricaya es el lugar perfecto para alejarte de la ciudad y relajarte entre la naturaleza

Algunas noches podría haber una charla o presentación sobre el trabajo en la reserva y algunos de los animales más interesantes con los que convivimos. Estas charlas son impartidas por nuestro personal, expertos en su campo. Todos tenemos conocimiento que compartir, así que haz muchas preguntas. ¡También nos encanta contar historias sobre la vida en la reserva!

Pero no todas las noches son tranquilas. Una noche podríamos llevarte a la que se considera la actividad favorita de los voluntarios: ir al río a buscar al esquivo pero magnífico caimán. Experimentar la mística selva amazónica por la noche y admirar al caimán flotando bajo las estrellas es la mejor forma de terminar el día.

Fernando Rosemberg explicando la labor del voluntariado con animales en Perú.

Desde el inicio de este proyecto, la reserva ha sido pionera en muchos campos, tanto de conservación como de investigación científica. Es reconocida internacionalmente y ha sido publicada en numerosos estudios. Sin embargo, nada de esto sería posible sin nuestros voluntarios. Cada metro de sendero, cada recinto de animales, cada información recopilada ha sido gracias al trabajo duro y la dedicación de muchas personas de todo el mundo.

Ser voluntario en Taricaya te enseñará sobre la labor práctica de conservación, además de trabajar con animales que necesitan rehabilitación. Verás animales y plantas que no habrías creído que existen. Pero quizá lo más importante es que forjarás amistades para toda la vida con los otros voluntarios y el personal, todos compartiendo la misma pasión.

Me gustaría darle las gracias a todos y cada uno de ustedes. Y si aún no nos conocemos, ¿cuándo llegarás?

¡Nuestro Voluntariado de Conservación de la Selva Amazónica en Perú te está esperando!

Mariposa posando sobre la espalda de un voluntario ambiental en Perú.

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